Muy buenas, Influyentes. Soy Ray Havana, ya sabes, tu mentor emocional y mi misión es proporcionarte las herramientas más relevantes que conozco para que pueda sacar todo el potencial hacia fuera y con ello no sólo consigues la vida que anhelas sino que deja es el mundo tu mundo tu entorno mejor de lo que está.
Hoy vamos a aprender de quien para mí es uno de los mejores referentes en desarrollo personal de habla hispana: Álex Rovira.
Lo descubrí hace ya años a través de su best seller, sin precedentes, la buena suerte y me deleito muy de vez en cuando con cualquiera de esos impecables ponencias enfocadas en las claves para el éxito al más alto nivel de excelencia.
En esta ocasión quiero compartir contigo 10 de sus extraordinarias claves para el éxito. Mi favorita es la quinta y espero que compartas en los comentarios cuál es la tuya. Así como qué clave idea o reflexión te ha resonado más. De esa manera, no sólo vas aportará otros influyentes sino que, al escribirla, comenzarás el proceso de interiorización.
¡Vamos a por ello!
Nota: Vídeo del programa Influyentes con la conversación completa al final del artículo.
1. Creer es crear
La premisa obvia que estamos ignorando es que la psicología crea la economía, es que todo proceso económico, todo acto de un emprendedor cuando tira adelante una iniciativa, todo acto económico obedece a una serie de procesos psicológicos, individuales y colectivos conscientes e inconscientes.
Dicho de otra manera, el alma precede a la materia. Dicho de otra manera, los valores crean valor o lo que no se ve condiciona lo que se ve. La calidad del alma entendida desde la Grecia clásica.
En Grecia la palabra psique tiene dos acepciones: alma y mariposa y la metáfora no es baladí. Explicar el significado llevaría tiempo, lo podemos hacer más adelante, pero en cualquier caso, la calidad de una persona, de un sistema humano, condiciona necesariamente los procesos y los resultados de ese sistema humano.
La calidad de nuestros pensamientos, de nuestros emociones y de nuestras acciones se traducen en resultados y en procesos que pueden cambiar profundamente la realidad.
Por lo tanto, creer es crear.
¿Podemos crear todo lo que deseamos? No, por suerte, a veces por desgracia, pero podemos crear y lograr mucho más de lo que imaginamos.
2. Lo único que transforma es la aceptación
Es cierto que el cambio es importante, es cierto que el cambio es inherente a la vida, pero lo queremos diferenciar de la transformación y explicaremos en qué consiste uno y el otro.
El cambio normalmente es una invitación. Uno cambia cuando algo o alguien de fuera advierte de que es necesario cambiar para adaptarnos a una nueva situación.
Cambiamos cuando nuestro jefe viene dice señores hay crisis las ventas están cayendo tendremos que ponernos las pilas.
Cambiamos cuando el médico nos dice usted tendría que dejar de fumar porque sus pulmones están en mal estado y si sigue así corre un grave riesgo su salud.
El cambio es una invitación y en esa invitación que nos propone alguien o algo, una situación que va mal o una persona que nos advierte ya, sea nuestro jefe, nuestra pareja, nuestro compañero,
nuestro amigo, la respuesta a ese cambio dependerá de nuestra resistencia al mismo. Ahí es donde está la transformación.
Porque la transformación es cuando dejamos de ver el cambio como algo externo que viene a molestarnos, que viene a decirnos:
-Oye, que hay que ponerse las pilas, que hay que hacer mejor las cosas, que tenemos que trabajar más eficientemente, que tenemos que cooperar, que más tenemos que ser más exigentes con la voluntad de servir al cliente de cuidarlo, de mimarlo, de tratar a los compañeros.
Cuando se lo incorporamos porque sabemos que al hacerlo mejoramos todos, entonces nos transformamos.
La transformación es un proceso que además no es simple porque para que se produzca realmente tiene que movilizar todas las dimensiones de nuestro ser y es un proceso, además, en el que si falla una de estas cuatro no nos podemos transformar.
La transformación implica, en primer lugar, querer: la actitud. Hace más el que quiere que el que puede.
Si uno no quiere cambiar, no va a haber transformación posible. Lo primero es la actitud: yo quiero.
Lo segundo es una preparación intelectual, un conocimiento: saber. Por tanto querer y saber: formarme, estudiar, prepararme, ser competente mentalmente, saber razonar bien, tener memoria sobre los procesos y protocolos y hábitos mentales que deben incorporar.
Pero eso implica una tercera dimensión, saber hacer, es decir, poder: querer, saber, poder.
Si quiero, sé y puedo ya he llegado muy lejos, pero hay una cuarta dimensión que es la visión.
¿Qué quiero? ¿Para qué me sirve todo lo anterior? ¿Para qué quiero querer? ¿Para qué quiero saber? ¿Para qué quiero poder?
Para poder crear o encarnar una utopía.
3. La confianza existe o no
Y la confianza, probablemente, es el único valor humano que no admite grado.
Tu puedes constatar en ti mismo o en alguien de tus afectos o en alguien de su entorno una evolución o una involución en múltiples parámetros, es decir: -tienes mejor rumor, te veo más en forma,
constato que eres más perseverante, constato que te has vuelto más humilde o más agradecido. Constato que estás más cansado.
Pero si yo le pregunto a alguien de mi entorno y a quién yo quiero y que, en principio, hay una correspondencia:
-¿Confías en mí?
Y esa persona me hice: -un poco-, es que no confía.
En esencia, la confianza es binaria.
Por lo tanto, no puede haber compromiso si no hay confianza y la confianza está o no está. Por eso es tan difícil de
construir y es tan frágil, es tan fácil de destruir.
Pero de qué depende la confianza. La confianza depende del respeto. La confianza depende de la justicia. La confianza, en definitiva, depende de la congruencia, de la consistencia y de la coherencia y cuando se produce, entonces, podemos hablar de que la justicia se encarga.
4. La crisis es necesaria para la evolución
Obviamente no se trata de aplaudir en la desazón y decir:
-No, toda crisis es positiva.
En absoluto. La crisis implica un sufrimiento normalmente. Pero la paradoja es que la crisis nos lleva territorios de nuestra vida y de nuestra consciencia y de nuestros afectos y de nuestro pensamiento a los que no iríamos si no hubiera el efecto bofetada.
Es imposible que nos cuestionamos cómo podemos vivir de manera distinta en la economía, en los afectos, en la salud si no hay una alerta.
Y además hay otra gran paradoja y es que yo creo que la especie se ha acostumbrado a vivir en momentos de expansión y de bondad donde sólo queremos lo bueno pero no aceptamos la dimensión dual de la existencia, que no puede haber día sin noche, vida sin muerte y momentos de bonanza sin momentos de tristeza.
Curiosamente es en lo más oscuro de la noche cuando empieza el amanecer, ¿no? Y es precisamente en esa dimensión dual donde nos podemos realizar y crecer.
Si no hubiera crisis en la vida, no podríamos evolucionar. Sería imposible.
5. Lo más poderoso es el amor.
Ramón Llull decía:
-La palabra es el arma más poderosa.
Sin duda, es lo que nos permite lidiar con la realidad, conceptualizarla, gestionarla, pero lo más poderoso es el amor.
El amor entendido como la voluntad de cuidar, no me refiero a eros, no me refiero al deseo. No es menor, gracias a él estamos aquí. Me refiero sobre todo a Cilia y Ágape. Es decir, la compasión, la empatía, la resonancia emocional, ¿no?
Antoine de Saint-Exupéry decía:
-si queremos un mundo de paz y de justicia debemos poner la inteligencia al servicio del amor.
Entonces… Y San Agustín afirmaba:
-Ama y haz lo que quieras.
No en el sentido de haz lo que te dé la gana, no. Haz lo que amas o haz aquello, ¿no?
Entonces, creo que realmente, si queremos crear un futuro distinto, debemos poner énfasis… El inicio y el final del camino es el respeto a la dignidad de la vida. Y como dice Emilio
Lledó:
-Hay que amar la vida pero no sólo la propia.
Hay que amar la vida. Toda forma de vida.
Y ése sería el espíritu que deberíamos transmitir a nuestros hijos. Porque quien ama es curioso, quien ama es creativo, quien ama se entrega. Pero hacer del amor el eje que vertebral del vínculo social…
Porque quien ama no necesita leyes. Tú tienes que castigar al que roba pero es mucho mejor que le hagas entender el sufrimiento que provoca cuando se apropia de algo que otro ha tenido que cultivar con su esfuerzo. O no digamos el que perpetra un crimen, ¿no?
Luego toda pedagogía debería ir orientada, no ya al humanismo, sino a lo humano que es lo que hemos perdido. El reto es humanizar a la humanidad porque nos hemos ido alienando.
Incluso en las sociedades donde supuestamente y donde hay realmente hay una conquista de libertades, porque la democracia no es un ejercicio nada fácil, yo creo que nos hemos ido desenfocando completamente, ¿no? Y que viene el momento de ser realmente críticos, ¿no?
Qué necesitamos realmente frente a qué deseamos, ¿no? Dónde está realmente la… No ya la felicidad que me parece una palabra muy pervertida incluso por determinadas marcas comerciales, ¿no? Que se dedican a vender productos que son malos para la salud.
Creo que deberíamos hablar de plenitud, creo que deberíamos hablar de júbilo y de sentido en la línea de Viktor Frankl,
¿no?
-¿Y usted para qué vive? ¿Qué da sentido a su vida?
Es decir, qué ama a usted.
Y esa pedagogía sobre el sentido, sobre la plenitud, sobre la alteridad, sobre lo humano puede ser el antídoto a la miseria moral. Es el único antídoto a la miseria moral que es la que, vuelvo a decir, engendra la miseria económica.
Y creo que esta consciencia en diferentes flancos y frentes va llegando.
Vosotros mismos sois un ejemplo un ejercicio de ello como What. Pero hay muchas otras iniciativas que no aparecen entre noticias porque es mucho más llamativo una tragedia, ¿no?
En términos… Ellos sabrán, yo no soy realizador televisivo, ¿no? Pero yo creo que, un mensaje importante a dar es que no nos olvidemos que en la realidad, si hay 7 mil millones de personas a lo mejor o a lo peor, no sé si será un 3 por ciento, no es poco, 210 que son realmente cínicos por decir una palabra que no suene mal, suave.
Pero que la inmensa mayoría hacemos lo que podemos con lo que tenemos y no sólo no queremos hacer daño al otro sino que intentamos ser amables con él.
Y ahí está la esperanza. Siempre ha estado ahí y siempre estará ahí, por otro lado.
6. El orden de las cosas.
¿Cómo piensan? Eso es lo que hemos intentado encontrar en el mapa del tesoro y de alguna manera, yo soy emprendedor, estoy viviendo la crisis europea pero el mundo está creciendo y quiero decir con esto que conozco muchos empresarios pequeños, medianos, grandes, muy grandes, incluso tuve el honor de poder hablar muy poquito con el amigo Jobs. Y me di cuenta de una cosa, miren: normalmente un empresario, emprendedor, un líder sigue esta secuencia mental:
primero el qué, luego el cómo y luego el para qué.
¿Qué voy a ofrecer? Ordenadores.
¿Cómo los voy a hacer? Voy a comprar las piezas en Asia, las voy a ensamblar y las voy a vender en un formato de franquicia y además por venta a través de Internet.
¿Para qué? Para proporcionar soluciones de informática doméstica y profesional a quien me lo pida.
Ésta es la lógica habitual tanto sea de óptica de producto como de óptica demanda. Sobretodo la óptica de producto qué, cómo y para qué.
Estos señores que hemos visto y esta señora piensan al revés. No empiezan con el qué, empiezan con el para qué.
El señor Jobs le decía su gente:
-Quiero un teléfono sin teclado.
-Steve, eso es imposible.
-No, no quiero botones, quiero un botón. Quiero un sistema informático extraordinariamente bello y sin errores.
Luego viene el cómo y ahí viene la reinvención radical porque la innovación puede ser incremental o radical. Esta manera de pensar provoca la
innovación radical.Y luego viene el qué que se llama iPad iPhone i «lo que quieran».
Una invitación: Empecemos a pensar desde el para qué y verán ustedes cómo el proceso de pensamiento, como convoca al corazón, les lleva a conclusiones distintas, muy distintas a las que si empezamos con el qué.
7. Esfuérzate desde la ilusión, el sentido y la alegría.
Por lo tanto todo el origen está nuestra postura existencial, en nuestros sistemas de creencias sobre mí, sobre el otro y sobre la vida. Porque como decía Virgilio:
-Pueden porque creen que pueden.
No pueden porque saben que pueden, pueden porque creen que pueden. No vivimos a la altura de nuestras capacidades, vivimos a la altura de nuestras creencias. Y desde ahí se pone en marcha el proceso desde el cual la confianza general compromiso, es decir, el crear, el cocrear y sólo desde el crear es posible el lograr.
Y se habla mucho, se ha hablado mucho de la cultura del esfuerzo. El esfuerzo no es un valor final porque si no caeríamos el mito de Sísifo: nos esforzamos para agotarnos, no.
El esfuerzo es un valor instrumental y, eventualmente, más esfuerzo. Deberíamos hablar de un acompañamiento que inspire desde el placer y la alegría. Porque si no hay placer y alegría el esfuerzo lleva, a largo plazo, a conductas autodestructivas obsesivas en lo individual y en lo colectivo.
El esfuerzo tiene que llevar el cemento del amor, de la alegría, del sentido, de la esperanza, de la ilusión, de la gratificación.
8. Busca el placer a través de la alegría.
Hay una diferencia entre lo que es el placer, la felicidad y la alegría.
El placer, obviamente, va vinculado un estímulo y por supuesto que hay placeres que nos aportan alegría, pero el placer nos pide más intensidad.
El placer está localizado, sentimos placer en el paladar, sentimos placer en alguna zona de la piel cuando somos acariciados y desde luego es una de las puertas a la alegría.
Pero placer tiene algo de egoísmo que no tienen alegría. La alegría nos invade, nos traspasa, nos sorprende. La alegría no tiene por qué estar ligada a un estímulo. Hay alegrías con objeto, pero hay alegrías sin objeto.
La alegría, además, tiene algo maravilloso que no tiene el placer necesariamente, la alegría se contagia espontáneamente en la risa, en la carcajada, en el abrazo espontáneo, en el salto, en el baile.
La alegría nos inunda, nos invade y es contagiosa. Como todas las emociones, el entusiasmo se contagia, la tristeza también y por supuesto la alegría.
Cuántas veces nos perdemos las pequeñas alegrías buscando esa gran felicidad porque como decía en un vídeo anterior:
«Uno se tiene que pararse a pensar si es feliz, a veces».
Hay momentos que lo tenemos claro, otros no. Mientras que no tenemos ninguna duda de si estamos alegres o no.
La alegría es evidente, la alegría es desnuda.
9. Tu suerte depende en gran medida de tu preparación.
Vamos a hablar sobre la suerte.
Yo creo que, quizás junto con el amor, dios y la muerte, es el tema que ha suscitado más interés en los filósofos a lo largo de la historia.
Séneca, hace muchos años, reflexionaba algo que se ha convertido en una fórmula incluso de management hoy, ¿no?
Decía que la buena suerte es el lugar en el que confluyen preparación y oportunidad, es decir, que hay algo que no controlamos, la oportunidad que depende del azar, es una variable exógena, pero que existe algo que sí controlamos que es nuestra preparación.
Y decía Séneca:
-Si tú estás preparado, necesariamente, sabrás aprovechar las oportunidades que el azar te presentará en la vida.
Y, en consecuencia, al poderlas identificar y gestionar, tendrás buena suerte.
Schopenhauer, años después, afirmaba que:
-El azar reparte las cartas pero nosotros las jugamos.
De nuevo, al factor suerte, se añadía la reflexión de responsabilidad, de trabajo, de saber jugar bien, de saber gestionar bien.
Pero hay dos definiciones de dos pensadores, que probablemente son las más inspiradoras sobre la suerte.
John Nash decía:
-Yo no creo en la suerte, creó en la asignación de valor a las cosas.
Es decir, lo que para ti puede ser una circunstancia afortunada, realizadora, positiva, transformadora, para otro, a lo mejor, no tiene ningún valor.
Ésta creo que es una definición muy inteligente. Nos introducen el factor de subjetividad de la interpretación del signo de suerte.
Y probablemente la más provocadora vino del gran genio de Albert Einstein que en una conferencia dijo algo así como:
-La suerte es una función, los parámetros de la cual desconocemos.
Es decir, la suerte se puede parametrizar, es parametrizable.
Si yo lanzo una moneda al aire y no tengo más información y os pido a cualquiera de vosotros que hagáis una predicción de cara o cruz todos, a largo plazo, sabemos estadísticamente, si la moneda está bien equilibrada, bien ponderada, buena distribución de pesos que aceptaremos en el 50 por ciento de los casos.
Pero sí yo sé el peso, diámetro, grosor de la moneda, humedad en el ambiente y temperatura y básicamente dos parámetros más ángulo de salida y fuerza de salida del lanzamiento, indicando sólo si la carola cruz tocan a la uña y una cámara capta el movimiento de salida, por ensayo y error se han hecho en diferentes facultades de física del mundo experimentos y hay equipos de trabajo que han hecho algoritmos que han predicho con un acierto muy superior al 50% si caerá cara o cruz.
Luego si tú sabes los parámetros puedes establecer la consecuencia. Luego no es azar la suerte se puede explicar.
10. Encuentra el equilibrio a través de tu esencia.
Antoine de Saint-Exupéry, que era un hombre con mucho sur, afirmaba:
-Si queremos un mundo…- Fíjense, que esta frase es maravillosa:
-Si queremos un mundo de paz y de justicia, debemos poner la inteligencia al servicio del amor.
El norte al servicio del sur para que se encarne la paz y la justicia. Norte y sur.
En el norte hay alas, en el sur hay tierra.
El encuentro entre ellos hace que emerja la plenitud, la realización, la consciencia crística, la danza de la realidad en el centro del laberinto.
Todos necesitamos el sur para que el norte funcione, todos necesitamos el norte para que el sur funcione. Luego el trébol de cuatro hojas, ¿qué simboliza? La materialización del espíritu, la
espiritualización de la materia.
Norte y sur se encuentran y en su encuentro se produce la realización, la perfección, la buena suerte. Pies en el suelo, sur, cabeza en las estrellas. Dimensión horizontal del trébol, el encuentro con el otro, la cooperación.
La hoja del trébol tiene forma de corazón porque en esencia la buena suerte tiene que ver con el amor y creo que ustedes con esa faceta del diamante que nos van a presentar apuestan claramente por esa dimensión.
Por tanto ese es nuestro deseo, porque nos brindan con su trabajo, mucho amor y muy buena suerte. Muchísimas gracias…
Bueno, influyente. ¿Qué te ha parecido? Lo sé, un fuera de serie y una mejor persona.
Ya sabes, recuerda compartir los comentarios tu clave preferida o aquella idea, concepto o reflexión que más te haya resonado. ¡Ah! Y por cierto, ¿conoces algún influyente sobre quién te gustaría que extrajese sus claves para el éxito? ¿Sí?
¡Perfecto! Déjamelo en los comentarios para que lo estudie, ¿Te parece?
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